Eres tan seductora como aquella chica que nunca respondió;
pero tu eres diferente.
Aunque seas fría y esteril, y no tengas todas esas cosas
que me gustan en una mujer,
tienes tus dientes y tu sonido inconfundible.
Estoy perfectamente solo a tu lado,
quiero decir que jamás serás el espejo de mis límites,
ni tratarás de limitarme. No me oirás
no responderás, sólo estarás ahí,
de noche,
sólo para mí, toda para mí,
y porqué no, también de día.
Siempre mía, siempre inerte,
Maquina de escribir Olivetti - underwood.
diciembre 27, 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario